Máquina del tiempo

máquina

Exactamente ahora no tengo una máquina del tiempo, para poder viajar al pasado y corregir nuestros errores.

Nuestros: los tuyos y los míos, quiero decir. Sería lindo tener esa máquina del tiempo y transportarme (o nos) en el preciso momento en que podamos empezar de cero, sin necesidad de arrepentirnos de nada.

A pesar de mis buenas intenciones, aún esa máquina del tiempo no la tengo terminada. Sí, sería lindo. Nos serviría para enfrentar este momento de nuestras vidas sin la frustración del pasado, sin arrepentimientos y sin cicatrices en el alma.

¿Te das cuenta del potencial de esa máquina del tiempo? Podríamos ser felices. No solo tú y yo, sino que otros más a nuestro alrededor.

Claro, está, que sin esos errores, quizá no haya existido otras bellas consecuencias. Pero te prometo que trataría de no borrar lo bueno, cuando ya esté terminada la máquina del tiempo.

Es probable que tarde mucho, en un futuro muy lejano, pero si tenemos la máquina, el tiempo sería nuestro.

Así que si en un futuro no muy lejano llego a tu vida para que huyas conmigo: no te preocupes, soy yo, que llegué a rescatarte.

Si la ves…

Bitia

No me preguntes por qué, pero algún tiempo hacía labor social. Éramos un grupo, que visitábamos cada quince días a jóvenes en riesgo que vivían en una casa para alejarse del ambiente que les hacía mal.

A veces recaían y volvían a la delincuencia y a las drogas, y nuestra intención era, simplemente, visitarlos para darles ánimos, platicar y estar ahí.

Pero ese refugio lo cerraron, así que decidimos buscar otro. Encontramos uno, pero era de mujeres. Adolescentes. Muchas de ellas huyendo de las drogas, la prostitución y otras cosas feas que usualmente vivían en sus hogares.

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Get Lucky

trago

Preferiría no tener que explicarte cómo terminé aquí, como todas las noches. Le llaman El Establo, que es el lugar de moda (durante estos seis meses) para gente desesperada como yo.

Llegué aquí, como todas las noches, gracias a mis compañeros de trabajo, en el after office que le llaman, esa excusa de buscar lugares con bulla para evadir la soledad de nuestras vidas y que ponemos como pretexto para evitar el tráfico de la ciudad a la hora pico.

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